
Nunca me había parado a pensar si existía una mafia específicamente española. Estamos habituados a ver historias de capos sicilianos o rusos, o de bandas latinas, pero estamos más acostumbrados a leer relatos de corrupción inmobiliaria, política, o crónicas de sucesos sobre atracadores, trata de blancas en los múltiples burdeles de carretera, o de narcos gallegos. Nos cuesta ver esto reflejado en la ficción, no nos reconocemos en el chanchullo de altos vuelos. Crematorio refleja todo esto junto y más allá. Pepe Sancho es el capo valenciano, es su papel. Con un tratamiento muy cinematográfico y un estilo muy HBO a la española, la serie sabe reflejar un tipo específico de mafioso mediterráneo, personalista, caudillo, familiar, metido en mil fregados, pero al que empieza a irse su imperio de las manos, poco a poco..
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