Hay una canción que me persigue. La escuché por primera vez en la primera escena de presentación de una miniserie en tv , Apocalipsis, basada en una novela de Stephen King . Su suave melodia se entonaba mientras una ristra de cadáveres se amontonaba ante mis ojos. Tiempo después, la canción volvió, en una versión aún más lenta, de fondo, mientras Skeet Ulrich seducía a Neve Campbell en su cuarto de adolescente ante un poster de las Indigo Girls . En Scream , y las palabras Don´t Fear the Reaper que nos susurraba la música me advertía de quíen era el asesino, adoptando el poema su forma de Murder Ballad definitiva. Y la canción siguió apareciendo, llamándome por sorpresa. Como en los créditos finales de Agárrame esos Fantasmas (Los Asustadores ), la gran peli de Peter Jackson , en una versión más rockera y eléctrica, contundente e inevitablemente romántica. Ya la canción estaba dentro de mí definitivamente (en realidad lo estaba desde la primera vez, como un flechazo)...
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.