Padre misericordioso, he malgastado mis días haciendo muchos planes. Esto no estaba entre ellos. Pero, en este momento, te suplico sólamente que me ayudes a hacerlo bien los próximos instantes. Por todo lo que debimos pensar, y no pensamos. Por todo lo que debimos decir y no dijimos. Por todo lo que debimos hacer y no hicimos, Dios, te suplico perdón. (Ahmed Ibn Fahdlan rezando a Alá en el barro antes de la batalla)
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.