Cinèma Geneviève

Murió John Hughes en las calles de su adorada New York, retratada mil millones de veces en la nueva mitología cinematográfica del siglo XX. Sólo por haber realizado La chica de rosa y El club de los cinco, este director será felízmente recordado, y también por Todo en un día, con Mathew Broderick y Mia Sara. Se nos cierra una época, precursora de un tipo de cine juvenil que ya no se hace de esa manera. Quizá más liviana que las comedias generacionales anteriores de Lawrence Kasdan,no tan rocanroleras como las primeras de John Landis, pero compartiendo con todos ellos cierto espíritu libre, setentero, todo esto ya perdido sin remedio. Descanse en paz.

Tras un preludio que deja claro sus intenciones de cine de terror de otras décadas y una introducción -con voces originales en castellano- de serie B potente, ARRÁSTRAME AL INFIERNO es tan entretenida como concisa, una fábula macabra que no resultaría interesante si no fuera por la forma en que se cuenta - al igual que POSESIÓN INFERNAL o TERRORÍFICAMENTE MUERTOS- con un equilibrio perfecto entre la comedia negra, el terror (sobretodo por unos efectos de sonido literalmente acojonantes en una sala de cine y una potente banda sonora que combina la partitura original con Beethoven , descartes de EL EXORCISTA y Ennio Morricone entre otras delicias que parecen la obra de un compositor demente) y el slaptick de dibujos animados -¿Dónde han metido a Bruce Campbell ?-, y clímax continuos , en especial el de la escena del "exorcismo" que llega a recordar, más allá de al primer cine del propio Sam Raimi , a una leve parodia de EL DÍA DE LA BESTIA (ya de por sí paródica ). Ju