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Mostrando entradas de febrero 10, 2008

EL CAMINO

Autorretratos de Christopher McCandless Una vez, cuando era un crío, dibujé como me imaginaba de adulto. Un vagabundo con greñas y barba, hierba en los labios como la de Lucky Lucke y silbando mientras camino por el sendero de un bosque. Nunca he sido muy ambicioso, en el sentido tradicional del término. Y no silbo muy bien. Into The Wild comienza con una cita de Lord Byron, y desde ese instante ví paralelismos entre Chris McCandless y el escritor romántico, con el rostro de un joven Hugh Grant gritando a las montañas como en Remando Al Viento. Me identifico con el protagonista de Hacia Rutas Salvajes tanto como con la música que le acompaña, avivando mis recuerdos adolescentes de la época grunge y los sentimientos viscerales de entonces. Comprendo su desubicación de la civilización. Una vez que se regresa del camino (él también lo llama así), la ciudad y la sociedad son un entorno alienado y a veces hostil. El hogar que recordamos con cariño pero al q

NO ES PAÍS PARA VIEJOS : UN MUNDO NUEVO

Hay en el aire un aroma a elegía, al fin de un tiempo. La conquista del Oeste ha terminado y llega lo peor de la modernidad a modo de ajustes de cuentas, locura homicida, tráfico de drogas y materialismo avaricioso. Hace falta un Notas que se tome las cosas con tranquilidad, un fumeta que no se meta en ninguna espiral violenta por llevarse el maletín del dinero. En el cine de los Coen suele haber un tipo tranquilo, que superado por las circunstancias, se topa cara a cara con el diablo y el horror, con la perdición. En su común medioambiente de moteles, restaurantes de carretera y hoteles apolillados, donde se encuentran y negocian los mafiosos de tres al cuarto, charlatanes de segunda y demonios de la ruta 66, las personas íntegras y honestas tiran la toalla y se retiran cuando ya no comprenden nada. Narradores del heroísmo del hombre/mujer corriente enfrentados al nihilismo puro y duro, al mal absoluto y sin sentido, a la arbitrariedad del violento. En este caso, el hombre íntegro es

1408 : Debilidad por el barroquismo de Stephen King

Me encantan las adaptaciones a la gran pantalla de las novelas y relatos de Stephen King, por muy malas que sean, porque a sus guionistas y directores se les suele ir la olla mucho. Las paranoias suben de intensidad y crean catedrales barrocas de terror de feria, entretenidas, divertidas y que no sabes como van a acabar, pervirtiendo el sentido de la historia, si es que existió algo más que un esquema básico, que acostumbra a ser acertado e ingenioso, aunque casi nunca se sabe como desarrollarlo ni terminarlo. Esto tampoco está mal, sobretodo cuando no pagas por verlo en el cine. Tengo debilidad por las mierdas de Stephen King, no me avergüenzo.