Un dicho popular cuenta que sólo los niños y los locos dicen la verdad. Hay un falso loco en esta película, un cuerdo bastante reverente, hastiado de ser el limpiador de las basuras de los poderosos y ricos de este mundo, que se rebela quitándose la ropa y persiguiendo en bolas a las testigos de un caso importante del pueblo contra la multinacional asesina. Aunque al final haya una trama criminal a modo de thriller ó cine negro, lo que más me importó a mí fueron las alcantarillas, la podedumbre que hay detrás de muchas grandes empresas, y todos esos macro-bufetes de abogados pagados para que el poderoso siempre salga beneficiado de las leyes y no pague sus delitos. (O mejor dicho, para que SÓLO PAGUE MUCHOS BILLETES Y LLEGUE A TRATOS Y ACUERDOS que eviten el llegar a juicio).Película que sigue la estela del mejor cine idealista americano, por una razón tiene en su interior a Sydney Pollack, director de varias intrigas periodísticas del estilo de se descubre la verdad oscura, oculta por...