El viernes salí con mal cuerpo del cine. Creo que no fue producido por una indigestión o el normal constipado de estas fechas, fue Gomorra, la película. No he leído el libro de Roberto Saviano, ensayo de investigación por el que este autor italiano ha sido amenazado de muerte por la Camorra, pero viendo la magnífica adaptación cinematográfica, uno entiende mejor a lo que nos enfrentamos. Cuando intelectuales italianos critican la idealización que ha hecho el cine y la televisión de la mafia, tienen mucha razón, porque no hay nada de mito ni de glamour en estas guerras por el poder de esta industria paralela, estas empresas y negocios alternativos que extienden sus redes donde ha fracasado el Estado. Viendo este mundo napolitano, cutre, hortera y tercermundista, se piensa en las favelas de Brasil, el cártel colombiano y tijuanense, los afganos y el comercio de la heroína, el norte de áfrica y las redes de inmigración. Todo está conectado y globalizado. Los personajes de Gomorra son piez...
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.