Cinèma Geneviève

Cuando se dice que George Clooney tiene algo de Cary Grant, Clark Gable ó cualquiera de esos galanes clásicos, no es gratuito. Clooney es su heredero natural y hace películas, comedias o dramas que comparten ese espíritu antiguo, de diálogos chispeantes, dinámicos e interpretación honda e intensa. En Up in the Air, dirigida por el hijo de nuestro admirado e impagable Ivan Reitman, hay personajes femeninos actuales, nada alejados del prototipo encarnado por Kathryn Hepburn, y se respira ese aroma a cine bueno, clásico americano que perdurará. Atrapa perfectamente el Zeitgeist, el espíritu de este tiempo, la crísis económica en América, el mundo empresarial despiadado e inhumano, donde, a pesar de todo, todavía queda gente que trabaja y actúa con el viejo estilo humanista del siglo XX. En este mundo de controles estrictos en aeropuertos, prisas, hoteles clones y líneas aéreas de bajo precio, de despidos masivos donde "no hay nada personal", aún es posible la creatividad. En est

AVATAR es un entretenido espectáculo tan deslumbrante a día de hoy que todas las carencias de las que oigan hablar acerca de su argumento no importan. Puede ser cierto que su historia y personajes tienen mucho de batiburrillo y compendio de lo más reconocible del cine de James Cameron, pero no me resultó en exceso infantil ni reiterativa. En todo caso, no necesita de mi defensa, sólo de la voluntad de dejarse asombrar. Por otro lado tenemos PRINCESS OF MARS, la más reciente producción de serie B (o Z) de los estudios ASYLUM, inspirada en un clásico de la literatura pulp que lleva muchos años rondando entre los proyectos de los grandes estudios y cada cierto tiempo aparecía entre las quinielas de los rumores de futuros estrenos, relacionados con grandes nombres de la industria (mis viejas revistas FANTASTIC MAGAZINE son testigos de ello). Finalmente Antonio Sábato Jr. Encarna a John Carter y Traci Lords a la princesa de Marte en una película que se promociona en su trailer como la avent

Aunque nunca han sido mis favoritos, los superhéroes velocistas siempre me han gustado. Al menos desde que con 6 años entre corriendo en el aula del colegio desde el recreo gritando un improvisado ¡¡ superrrayooo!! Para quedarme pasmado delante de todos los compis ya sentados y en silencio frente a un serio Don José y la inesperada visita del obispo de la ciudad. SuperRayo tuvo que dar media vuelta y volver a entrar en silencio, despacito y con la cabeza gacha, pero antes de saber que había veloces héroes de papel ya había invocado el nombre de uno. LIGHTSPEED es quizás el más reciente de estos supertipos con un poder tan previsible y obvio, y no ha aparecido en ningún cómic (que yo sepa), sino en un modesto telefilme del canal Scifi con tintes de episodio piloto. Creado por el gran Stan Lee (productor ejecutivo del asunto) e interpretado por Jason Connery, el héroe emplea sus híper velocidad al estilo del FLASH de la entrañable teleserie de los 90 y pelea como un POWER RANGER, con los