Nunca antes un Sherlock Holmes me había recordado tanto a Mortadelo. Esta versión es comiquera y pirotécnica. Te mezcla un estilo House con otro C.S.I. muy ameno, y los dos protas se complementan con muy buena química. Lo secundarios ingleses semidesconocidos le dan credibilidad al invento, y si pasas de los 30, flotará en el ambiente un vago recuerdo a aquella maravillosa "El secreto de la pirámide". Hay boxeo y algo de primitivo karate que también me recordaba a esas pelis malas de los 70 de Bruce Lee e imitadores, en las que se veía dibujadas las fracturas de mala manera dentro de los cuerpos de los pobres esbirros vapuleados. Tiene diálogos ingeniosos y sorna británica en las dósis adecuadas para este producto hollywoodiense, quizá un poco pesado al final, ya que se notan las 2 horas y veinte de su metraje. Yo quitaría tanta pelea y explosiones, aunque estén realizadas de manera brillante, y dejaría más diálogos entre Holmes y Watson, cuyos intérpretes son el mayor aciert...