
“… las largas mareas gemían en la ribera el día en que Solomon Kane llegó a su hogar…
Y Solomon Kane alzó su jarra y habló como un espectro… -ahí se sentó otrora sir Richard Grenville; pasó como el humo y la llama..
…desde el alba carmesí hasta el alba carmesí tuvimos a los españoles a raya…y he visto caer las cabezas como fruta en el barracón de los esclavos-
El aullido de la oceánica jauría le silbó desde la galerna…
Y Solomon Kane se levantó de nuevo y se ciñó su espada española..
..en sus ojos fríos y extraños un destello vagabundo se le hizo caprichoso y opaco y brillante…”
Extractos del poema EL REGRESO AL HOGAR DE SOLOMON KANE, de Robert E. Howard
SOLOMON KANE arranca prometedora en un inicio de corsarios saqueadores y exóticos tesoros malditos de tierras paganas propios del bárbaro Conan (y esa sala de espejos negros me recuerda a la de CONAN EL DESTRUCTOR), y deviene en su desarrollo en un entretenido film con hallazgos puntuales -el episodio nocturno con el cura desquiciado, por ejemplo - pero reiterativo en exceso hasta rayar la incoherencia y defraudar parcialmente las expectativas planteadas en su comienzo. Aún así es un producto impecable probablemente muy superior en calidad de producción al cine de espada y brujería de hace dos décadas que le sirve de referente. Su ambientación me parece al nivel y me evoca a la de superproducciones de época europeas como EL PERFUME (con la que comparte una belleza de joven actriz británica, -el reparto es otro de los grandes aciertos del film-) o la casi desconocida EL HOLANDES ERRANTE, y la también sucia y fangosa DEATHWATCH, del mismo realizador que este SOLOMON KANE, que afortunadamente la supera en complejidad y honesto entretenimiento, exento por fortuna de los manidos clichés que el cine de imitación o influencia Hollywoodiense a
menudo impone con dudoso criterio para infantilizar el relato. Aquí el tono es constante y adecuado pese a la irregularidad de la historia, aunque espero que la saga prospere y florezca en franquicia que permita desarrollar con mayor acierto argumental las oscuras y violentas peripecias de este puritano atormentado.
Comentarios