Cinèma Geneviève

Al igual que con EL SUEÑO DE CASSANDRA (comentado antes), puede que haya falsas expectativas a la hora de afrontar la película, esta vez no por el nombre del director sino por el del protagonista y el género, lo que ha movido a comparar la película con MEMENTO por su categoría de Thriller con aire un poco indie o de serie B. Nada que ver, no hay que buscar una estructura enrevesada o un juego con el espectador que no sea el de pasar un rato muy entretenido con una historia eficaz en la que sabemos el desenlace pero no la forma en la que el protagonista llegará a ese final. Una muesca más en la culata de Guy Pearce, actor que acumula thrillers con vocación diferente, como la mencionada Memento, Ravenous o ésta LA PRIMERA NEVADA, que evita caer en los tópicos narrativos más predecibles para navegar por otros (igual de tópicos) pero más apetecibles, emocionales incluso en su recta final, subrayada por una música poética.

El nombre de Woody Allen pesa demasiado sobre esta película, y puede crear falsas ilusiones y expectativas al espectador acerca de lo que va a encontrarse en la pantalla, una historia que me recuerda más al Stephen Frears de hace unos años, el de una inglaterra a pie de calle con tono criminal. Los personajes no se comportan tampoco como suelen hacerlo en las pelis de Allen, son galanes, no frikis, y su aureola de tragedia es otra, más teatral quizás. El teatro, quizás otro de los personajes (secundarios) de la película, que nos susurra al oído con la voz de la música de Philip Glass.

No he leído la novela gráfica de Neil Gaiman , pero ya conozco a este autor por su famoso comic-book The Sandman, Muerte y Eternos. En realidad, he visto esta película sin buscar la esencia de Gaiman en sus personajes, y daba igual hallarla o no, porque este film tiene el espíritu de algunas obras de mi juventud, como Willow o El secreto de la pirámide. Está muy bien, cumple con creces lo que hay que ofrecerle a un público juvenil, y los efectos especiales están al servicio de la historia fantástica e imaginativa. Michelle Pfeiffer y Robert de Niro le dan vidilla a la historia, te ríes con ellos y no te aburres nunca.Siempre mantiene un tono desenfadado que se agradece, y da lo que promete: aventura, magia y moraleja. Sólo reflexiono sobre lo que un Jim Henson hubiera hecho con esta película, y sobretodo, la gran película que podría hacerse con los mundos de The Sandman o Muerte. Espero que estén en ello. ¿Recordáis El Cuervo?. Por ahí podrían ir los tiros. Una recomendación : No os ll