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Mostrando entradas de mayo 24, 2015

El maestro del aguachirri

Russell Crowe no es Ridley Scott ni Peter Weir , eso lo tenemos claro. Puede haber mamado algo de ellos, pero poco. Esta película, un capricho de granjero con ínfulas, por lo menos no aburre, aunque cae en el ridículo varias veces. A Olga Kurylenko no se la cree nadie como recepcionista de hotel turca, y la historia del niño, el hijo de Olga , es sentimentaloide. Hay una escena de agonía en el campo de batalla que no solo es que sea cruel, sino que llega a convertirse en cómica por su exageración. Crowe parece tener algo de sentido pictórico en un par de imágenes más elaboradas, y homenajea a Lawrence de Arabia en la secuencia del ataque del tren en el paisaje semi-desértico, además de que no es desechable (ATENCIÓN SPOILER) el encuentro con el hijo vivo en una iglesia cristiana derruida, quien convertido en artista, trata de restaurar los frescos de las bóvedas. Pero son anécdotas en una cinta primaria, irregular, torpona, melosa y pazguata. Lo mejor, que intenta ser justo con

DOBLE SESIÓN MACARRA:ZULÚ&THE GUEST

Un doble programa de cine reciente de actitud viril y actioner es el que os propongo en primer lugar con ZÚLU, film francés de 2013 con aroma tanto a LA ISLA MÍNIMA como a ARMA LETAL situado en una investigación criminal en los suburbios de Ciudad Del Cabo, Sudáfrica. Una peli de violencia cruda, honesta y poco conformista con sus personajes y actitudes, que ofrece una válida reflexión sobre la situación de aquel país postapartheid nada dulcificada ni buenista. Muy entretenida e interesante, con mayor mérito al ser una producción foránea a aquel lugar. Ojo a las interpretaciones y los acentos zulúes y afrikaner de los protagonistas. Un polar atípico. La doble sesión concluye con THE GUEST, film norteamericano también de 2013 del que no conviene revelar nada, salvo que os preparéis para una generosa dosis de acción con espíritu de impecable serie B trufada de talento, con una banda sonora estupenda que aporta un toque especial de personalidad y una elegancia formal que llega a ser in