
"There will be Blood"-POZOS DE AMBICIÓN- atrapa y te arrastra en su río de dos horas y media, enganchado a una ambientación que resulta real, a unas interpretaciones (por favor, ¡¡vedla en v.o.!!) interesantes y usando de balsa una estructura y una música tan bellos como eficaces, que rinden tributo a la obra de Robert Altman (la peli le está dedicada). Paul T. Anderson sigue enlazando peliculón tras otro (sean unos más reconocidos que otros), confirmándose como uno de los gigantes del cine americano actual. Y todo ello, pese a que el tema inicialmente me resultara menos atractivo que obras anteriores como Magnolia o Punch Drunk Love. Y es que su cine va de personas y se apoya en emociones, y eso, bien hecho, siempre funciona.
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