
DEVIL es breve y muy entretenida, la banda sonora (lo mejor de la cinta, que no potencia y subraya las imágenes, sino que las eleva más allá de sus posibilidades) es obra de un español y la premisa está bien resuelta, si bien su resolución resulta simplona e ingenua si la comparamos con otras muestras recientes de cine demoniaco como PARANORMAL ACTIVITY, EL ULTIMO EXORCISMO, INSIDIOUS o incluso EL RITO.
Si su desenlace es coherente pero algo decepcionante, el arranque de la cinta es por el contrario brillante, sugiriendo con un vuelo invertido por el cielo de Philadelphia seguido de una serie de planos secuencia y acompañados por esa música poderosa e inquietante que lo sobrenatural y anormal ha hecho aparición, descuadrando las normas elementales del mundo. Por ello, lo que podría haber sido un interesante ejercicio de claustrofobia sicológica queda en un buen vehículo para pasar un rato entretenido, que no es poco.
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