Las equivalencias entre TRAIDOR y EN EL PUNTO DE MIRA son subjetivas y casuales. No hay relación entre ambas pelis salvo la que me sugería su trailer inicial: agentes secretos, terroristas islámicos, infiltrados, traidores y un atentado en España. Dicho atentado resulta ser casi anecdótico, por fortuna, ya que en este más que correcto film al público nacional le puede rechinar que mientras los integristas atentan contra un consulado americano en Marsella y objetivos de similar relevancia, aquí se dedican a reventar ¡¡ un chiringuito playero de la Costa del Sol !!. La aparición de nuestro país se limita a este involuntario cómico momento y a la visita a las instalaciones del C.N.I. que realizan los federales americanos para interrogar a un detenido. (Al menos el guardia civil que aparece de extra momentáneo es creíble.)
Por lo demás, actores solventes aportan carisma a una cinta sobria y directa, sin la espectacularidad trepidante de EN EL PUNTO DE MIRA, pero más reflexiva y seria, igualmente entretenida. Los personajes de Guy Pearce y Don Cheadle (Cazador/Presa) aparecen marcados por las distintas raíces religiosas de sus padres, y no se demoniza al enemigo, sino que se busca su origen y reflejo en el contrario. La linealidad del relato puede hacerlo algo previsible, pero es un buen film en su género, que muestra la génesis de los fanatismos en el seno de un occidente que ha marginado a los hijos de la inmigración e importado topos terroristas con estructuras organizadas como no veía en cine desde el film MUNICH de Spielberg, y es eco desde su modestia de algunas inquietudes del presente.
Por lo demás, actores solventes aportan carisma a una cinta sobria y directa, sin la espectacularidad trepidante de EN EL PUNTO DE MIRA, pero más reflexiva y seria, igualmente entretenida. Los personajes de Guy Pearce y Don Cheadle (Cazador/Presa) aparecen marcados por las distintas raíces religiosas de sus padres, y no se demoniza al enemigo, sino que se busca su origen y reflejo en el contrario. La linealidad del relato puede hacerlo algo previsible, pero es un buen film en su género, que muestra la génesis de los fanatismos en el seno de un occidente que ha marginado a los hijos de la inmigración e importado topos terroristas con estructuras organizadas como no veía en cine desde el film MUNICH de Spielberg, y es eco desde su modestia de algunas inquietudes del presente.
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