
Una película que va al grano desde el principio, que se salta redundancias para comenzar a intrigarnos como en las tramas detectivescas de antaño, se acaba perdiendo en el juego de guión porque el director parece que quiere contarnos algo más, pero no sabe o no puede. El chaval yanqui no pega ni con cola con nuestra racial y mediterránea Leonor, cada vez más de la tierra por mucho buen inglés que hable, por mucho Marlango pseudo jazzístico donde cante. Esto no va ni de inspiración en Sherlock y Watson, quizá en poco más en el Cluedo del que hablan constantemente, y se juega al despiste como en cualquier thriller americano, aunque con más cameos frikis por metro cuadrado de lo habitual, porque no olvidemos que la dirige Álex de la Iglesia. Pero no le saca partido a esos mutantes, a esos feotes como en otras pelis suyas. No acaba de hacer obras redondas este muchacho. Quiere contar demasiadas cosas y no se limita al género, a narrar bien el material que tiene en las manos. Le viene grande, o quizá le viene pequeño. Porque él puede hacer más, sabemos que puede. Y se supone que no se la encargan los americanos, que la peli es suya y tiene libertad. Quizá se la tendrían que haber encargado de verdad, para moverse mejor dentro de los cánones del género detectivesco. Le falla el ritmo, no gestiona bien el reparto del denso diálogo a lo largo de la cinta, llega a aburrir, aunque al final te acaba metiendo de nuevo, tiene mucho oficio, pero pienso que se mueve mejor en la comedia costumbrista negra. Ya hay suficientes cineastas españoles que saben dirigir con eficacia y solvencia películas internacionales de género, y quizá él, como Santiago Segura, pueda llegar a ser un maestro como lo fueron Berlanga, Bardem, Fernán Gómez, etc.., de la comedia y el melodrama español con ribetes oscuros.
Comentarios
Me gusta, y eso sí es importante para cualquier peli de misterio y sobretodo, de esta clase, el desenlace, que pone las pilas de nuevo tras el ritmo irregular de un rato antes.
Y me gusta la reflexión tan actual que se transmite acerca de la necesidad de hacerse preguntas, plantear preguntas sencillas y a la vez inteligentes, algo mucho más importante que desear tener todas las respuestas sin poseer siquiera las preguntas. El prejuicio y la suposición desinformada y predispuesta son un mal muy extendido hoy. La diferencia entre lo que sabemos y lo que creemos saber.
Por último, encantador el guiño de John Hurt disfrazado de Guy Fawkes, el icono de V de Vendetta, cuando él mismo interpretó al tirano de esa peli (guiño a su vez a su peli 1.984).