

Una mezcla imposible, pero muy agradable. Mujeres en el parque, de Felipe Vega, y Hostage, una de tantas del Bruce Willis. Mujeres en el parque debería haber terminado a los 5 minutos de comenzar. Tiene una introducción brillante, el resto sobra por pretencioso y pedante. No me interesan las cuitas de unos burgueses aberrantes que viven su nadería sentimental en el distrito Retiro de Madrid. Lo mejor, ver a Bárbara Lenni hacer lo que podía en ese festival de reproches sin sentido. Y cambiar en los descansos a otra cadena, donde ponían una de esas pelis facilonas, previsibles y entretenidas del Willis, que no pretenden nada, sólo tiros y acción, y descubrir que el Calvo es capaz de hacer un amago de lloro dramático cuando le presentan delante a su propia hija haciendo también de su vástaga en la ficción. Así interpreta cualquiera, hasta él mismo. Fue una noche de viernes televisiva surrealista y pedagógica. Yo quiero ser programador de tv.
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