
Siempre que veo este tipo de películas, pienso en todos los libros y cómics, en todos los sueños y fantasías de mi vida que se podrían plasmar en la pantalla con las últimas tecnologías de efectos especiales. Todas esas brujas, elfos, gigantes, robots con corazón, etc.. y sobretodo, ¿qué hubiera sido de Legend, Willow, Los Goonies, Enemigo Mío, Los Inmortales, Ángeles y Demonios con todos estos adelantos visuales?. Me refiero a los efectos al servicio de la historia , y de la imaginación creadora. El Señor de los Anillos aún no ha sido superada, porque es una mitología muy currada literariamente y eso se ve en las películas. La brújula dorada es una más, un mundo que mezcla tradiciones ya conocidas. Es infantil y juvenil, pero los personajes no tienen calado, todo es superficial aunque entretenido. Maniqueo como un cuento, fácil de digerir para los niños, quizá deba ser eso. Pero a mí no me creó el deseo de ver la segunda parte. Como introducción a una cosmogonía, sigo prefiriendo la de Tolkien. Las Narnias y los Eragones se me quedan cortas. Debe ser cuestión de edad.
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