
Con este encabezamiento comenzaba la historia de Tom Cody (Michael Paré) el héroe que vuelve a su ciudad para salvar a su antigua novia (Diane Lane), raptada por un malvado Punk-Rocker(Willem Dafoe).
Walter Hill dijo que dirigió la película que le hubiera gustado ver de adolescente, y así hizo la peli ideal de mi niñez, un híbrido de cómic, western, musical Rock y cine de acción ochentero, con un protagonista que bebe botellas enteras de tequila (con gusano incluido), fuma, dispara con escopeta a los motoristas y lleva pantalones con tirantes, una chica rockera de la que todo crío (y no tan crío) se enamora, y por no hablar de la colega exsoldado del protagonista, el genuino poli amargado, el coro de cantantes de los años 50, el gran Rick Moranis (emblema de los 80) como el agente musical de la chica cantante (y su actual pareja), y sobretodo, la historia de amor sincero pero imposible entre la pareja central, que se despelleja y se mira con cara de carnero degollado. Lo tiene todo, sobretodo una banda sonora que ha permanecido mucho más allá del estreno de la peli.
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