Transmite Buen rollo, así de simple. Ésa es la mayor virtud de la serie. Más allá de la familia de Malcom (otra excelente serie) en Me llamo Earl hay una disfuncional familia unida por el único lazo importante. Un grupo de la basura blanca (excepto el Hombre Cangrejo) del corazón de la América de barrio.
El universo de la suburbia de las películas de Kevin Smith. No sería extraño encontrarse a Jay y Bob el Silencioso por los hipermercados y aparcamientos que frecuentan Earl, su Hermano, su ExMujer o cualquiera de los miembros de su lista redentora.
Esto es como Cadena De Favores pero sin mentir, sin decir que somos mejores de lo que somos, sin vernos como santos, comportándonos como los cretinos de corazón tierno como un mendrugo que siempre hemos sido.
¡¡ Diantres!! esto es una comedia de verdad , perdedores que salen de las situaciones más inverosímiles con una sonrisa y una lección aprendida, que comparten la cama de motel como Epi y Blas, que se enamoran de Catalina la chacha y aprecian la filosofía de bar del hombre cangrejo.
Personajes a apreciar que hacen bueno el título de aquel libro infantil , Jeruso Quiere Ser Gente.
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