
"Revienta el Peplum", me dijo un amigo antes de verla. "Imágenes Poderosas", me escribió mi hermano al salir del cine. En efecto, 300 está gustando bastante, incluso antes de verla predispone muy favorablemente a través de sus intensos trailers, y lo más importante, luego no decepciona a casi nadie.
Épica, por encima de todo. Pictórica, más allá incluso del cómic. Impactante y tremenda epopeya más legendaria que histórica. De la mano de Gladiator, Braveheart y El Señor de los Anillos el cine épico ha vuelto en la última década con fuerza, con un giro importante a la fantasía pura gracias a la trilogía de Tolkien.
Esto, unido a que Warner Bros ha descubierto en el mejor momento el filón narrativo de su línea Vértigo de cómics, que está generando buenas películas como V de Vendetta ó Constantine (y recordando 300 en mucho a la estética del Film Sin City, que adaptaba otro cómic de Miller, de la editorial Dark Horse), ha dado lugar a una de las más espectaculares historias vistas en pantalla en mucho tiempo.
El rey Leónidas de Gerard Butler se equipara en nuestros recuerdos al Arturo que interpretaba Nigel Terry en Excalibur, o al Enrique V de Kenneth Brannagh, sus facciones se nos antojan auténticas en la piel del monarca, y sus palabras tienen fuerza como la de los otros mencionados reyes. Al fin una película épica reciente no se ve lastrada en parte por unos diálogos sosos, obvios o pueriles, hasta ahí llega también al acierto en la adaptación del cómic.
Y poco más que añadir que no sea recomendar la peli apasionadamente, sobretodo para disfrutarla en cine, y revisarla en cuanto se pueda en versión original subtitulada para los que deseen vibrar con los gritos de batalla naturales del film.
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