No he visto en mi vida película más graciosa a la vez que reaccionaria ni tal oda ni epopeya a los estados unidos de américa en una peli española moderna. Quiere ir de pogre en el subtema gay, pero ay, lo que importa de verdad es esa mujer, Cándida Villar y su uso del lenguaje castellano. Película hecha a la mayor gloria de ella y no le pidas más. Para mí, lo mejor es ese retrato tragicómico de la vida de las chachas en ese barrio de salamanca apolillado y derechón de viejas con collares de perlas y chihuahuas con los hocicos llenos de mermelada. Ah, el clasismo de toda la vida y la historia de superación de la clase obrera. Cándida sólo quiere regresar al campo como el buen salvaje. Qué sería de nosotros, pobres artistas burgueses, si estas tatas no nos hubieran limpiado los morros de chocolate. La historia del presentador de informativos sobra y no sirve para nada. Viva el cine español de toa la vía, leñe.
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.
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