A ver que nos entendamos, todo lo que huele en este film a tratar de conectar las 4 historias dispersas por el mundo es un bluff y no hace falta. Hay pedazos que funcionan por sí solos, la historia de la japo sordomuda al mejor estilo kimki duk con esa maravillosa escena de la discoteca atronadora en contraste al brutal silencio de ella, también esa concesión al morbo oriental digno de youtube donde las japonesitas enseñan el toto con descaro etc.. Creo que la historia mejicana de los niños gringos con la tata mejicana en la boda kitsch de su hijo atrapa por sí sola, se nota que el iñárritu sabe de lo que habla. Y si analizamos un poquito la historia de los turistas americanos en el inhospito desierto marroquí, si lo vemos como metáfora terrible de la injerencia egoísta del mundo subdesarrollado en los asuntos y en las vidas del infravalorado tercer mundo, entonces vale, mola. El pedazo de los niños pastores norteafricanos disparando sin ton ni son me recordó a una peli de kierostami, será por el polvo del camino y las cabras. Pero no forcemos las cosas, Arinaga e Iñarritu, si sólo ver a la turista pedir cocacola sin en una jaima en el desierto ya nos dice por donde van los tiros y nunca mejor dicho. Babel es pretenciosa y no hacía falta. Se me olvidó que salía Brad Pitt, quizá porque lo hacía bien y se le marcaban las arrugas de los ojos. Lo único bueno que tiene occidente es su sentido de culpa por seguir siendo egoísta y tirano.
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.
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