
KILL YOUR DARLINGS (Amores Asesinos) es a la generación Beat lo que ARMA JOVEN al Western o EL SECRETO DE LA PIRAMIDE a Sherlock Holmes. Méritos aparte, una historia seminal de orígenes un tanto descafeinada si la comparamos con el material biográfico que prologa.
Un reparto de jóvenes veteranos ávidos de sacudirse sus encasillamientos ponen toda su carne interpretativa en el asador, y aun así el film no supera a sus desiguales precedentes que trataron a los mismos personajes y sucesos, aunque se sigue con agrado e interés.
Para mí sólo Ben Foster en su breve William Borroughs da con el tono justo, claro que más cercano al de un personaje irreal que a una persona de carne y hueso, recordándome en su primera aparición, con una especie de máscara de gas para inhalar drogas a Wesley Dodds, el detective Sandman original de los cómics de DC de los años 40, más o menos cuando está ambientada esta historia.
Veteranos como Jennifer Jason Leigh y estrellas emergentes como la menor de las hermanas Olsen dan mayor empuje a un film más oscuro que EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS (y es que ahí uno de sus protagonistas se suicidaba) y REBELDES DEL SWING (y en este había nazis), pero también mucho menos recordable para generaciones venideras.
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