House of cards podría transcurrir en el mismo mundo que el Club de la Lucha o Zodiac, aunque con más carga de cinismo. Se nota la mano de Fincher. Espero que esta serie no se la pongan a los equipos de asesores de Rajoy o Rubalcaba. Su análisis del poder, de la manipulación y de los intereses bastardos de la política, además de fotografiar a las manos que nos manejan, es brillante. No me puedo imaginar algo similar en la ficción que refleje las cocinas de la política española.
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.
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