Ayer, Jueves Santo, vi esta coproducción catalanofrancesa con Vincent Cassel, Javivi y el desaparecido recientemente Jordi Dauder. Es una cinta bastante lenta, a veces aburrida, pero la salva su estética algo retro, de peli europea de los años 70 y el tema esotérico-religioso, la visualización de los "pecados de la carne", el rol maléfico impuesto desde hace siglos a la mujer como portadora de la sensualidad diabólica por parte de la religión (en nuestro caso, la cristiana católica, en otras regiones, la musulmana, y más allá la puritana protestante, entre otras..), y para mí, quizá otro tema igual de importante, el papel oculto del sexo en los conventos y monasterios, con monjas que quedaban embarazadas a las que hacían abortar, o los confesores que se aprovechaban de las jóvenes beatas que se ponían en sus manos con inocente entrega piadosa. Aunque les pueda parecer a los detractores de la Iglesia que es ahora en la actualidad cuando esta institución ha llegado al extremo de la decadencia moral, un rápido vistazo a la historia nos haría descubrir que fue mucho antes, justo cuando la Iglesia gozaba de más poder e influencia, cuando podíamos encontrar más podredumbre y miseria humana. Doncellas obligadas por las familias a ser novicias, hombres hambrientos que encontraban cobijo y sustento en los hábitos, políticos que buscaban poder y riqueza en las corruptelas de los palacios arzobispales, etc.. Esta película no llega a tanto, se queda en la lucha interna de un monje con sus pulsiones, y quizá Buñuel, ese creyente ateo, hubiese hecho algo más interesante con este personaje, criatura torturada y cegada por sus visiones.
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.
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