


REBELION CONTRA TODO
Con producción ejecutiva del cinéfago Tarantino para Dimensión Films en 2008, HELLRIDE es una exploit motera escrita, dirigida y protagonizada por Larry Bishop, estrella del género en los años 60 y 70, que comparte escenas con dos iconos de esas décadas como fueron Dennis Hopper y David Carradine, ambos con breves pero lucidas apariciones, y con unos diálogos (al igual que los del resto del reparto, con Michael Madsen y Vinnie Jones incluidos) que parecen improvisados a pie de rodaje (en el buen sentido), y da la sensación de ser la fiesta de un peculiar Rat-Pack (por cierto, el padre de Bishop era Joey Bishop, del genuino Rat-Pack original) crepuscular, el del Hollywood de un periodo que fue puente entre el clásico de Dean Martin -al que Bishop conoció y que inspira el personaje de Madsen- o John Wayne -que trabajó con Hopper, e inspira (con su psicópata de CENTAUROS DEL DESIERTO) al de Bishop (llamado Pistolero), y los grandes estudios de cine americano de hoy en día. Un film de apenas 80 minutos rodeados de violencia caótica y chicas tan alegres como las de Russ Meyer, con una Leonor Varela en permanente ebullición, y un estilo directo de western polvoriento e intencionadamente confuso en su sencillez, como un chute de peyote o un motero que dispara con ballesta. Pese a que me gusta la espectacular, acrobática y videoclipera TORQUE, esto es otra cosa. Una peli de serie B con malos y peores como los de antes que tienen sintonizado el supersonido de los 70 y alguna melodía de Robert Rodríguez con aires tex-mex, y un erotismo tan gratuito como necesario y acertado, que hace recordar el impacto que causó Salma Hayek en DESPERADO y sobretodo en ABIERTO HASTA EL AMANECER.
Por otra parte, SCREAMERS:ASESINOS CIBERNÉTICOS 2 es la tardía secuela de un meritorio film canadiense de serie b que ví cuando el vhs aún estaba vigente. Inspirada en un relato corto de ciencia ficción de Philip K. Dick, esta SCREAMERS:THE HUNTING es inferior a la peli original, aunque cuenta con el interés de mantener su peculiar estilo gore y conectarse con la historia precedente a través de importantes referencias al personaje que en aquella encarnara Peter Weller (Robocop), cuya hija terrestre se enfrenta ahora a un planeta Suryus B abocado a la destrucción, y su antiguo amigo, encarnado brevemente por el imprescindible Lance Henricksen (veterano androide de la saga ALIENS), ve como su creación (los screamers, unos robots mitad terminator mitad mina antipersona/trituradora) avanza evolutivamente como plaga. En definitiva, es como un buen capítulo de la clásica serie Más allá del Límite
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