Lo que menos, su duración excesiva y el tono forzado y supuestamente cool de los grandes magnates, yonkis y hampones que circulan por la historia. Y que las comparaciones con Lock & Stock y Snatch son inevitables e implacables. Y bueno, todo lo demás.
Como curiosidad, es un producto atípico para el estudio Dark Castle, sello dedicado a films de terror con tono pulp y remakes de las pelis de William Castle.
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