
Para mi
OUTLANDER es un disfrute de principio a fin. Esta epopeya
vikinga de ciencia ficción tiene un ritmo narrativo y un carisma envidiables, que la salvan de su total previsibilidad. Tiene la acción justa, dentro y más allá de nuestro planeta, la brutalidad necesaria, la épica infantil imprescindible y un tono heredero de las mejores
pelis de los 80 que nos amamantaron, y que hemos idealizado (muchas tampoco eran tan buenas, en realidad). Tiene la coherencia y honestidad de la genuina serie B americana, representada este año también en la magnífica
Doomsday (no en vano, los
guionistas de
Outlander y el director de
Doomsday,
Neil Marshall, suenan en los mentideros como próximos responsable del regreso de
Conan el Bárbaro) Para los que
prefiráis la fantasía de
Robert E.
Howard a la de
Tolkien y el Guerrero Nº13 a El Guia del Desfiladero, os gustará.
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