LA SOMBRA DEL REINO, de Peter Berg (que ha estrenado también Hanckok este mismo año, y dirigió la comedia muy negra Very Bad Things) es una película entretenida, bienintencionada e ingenua en sus planteamientos pero pesimista en sus conclusiones acerca de la situación social y emocional que genera el odio entre los pueblos. Aquí el odio está anclado en el integrismo terrorista de Arabia Saudí (el Reino), país amigo de Estados Unidos.
Pero es sobre todo una historia de acción que estalla en su tramo final, recordando a un cruce de Black Hawk Derribado y un capítulo acelerado de The Unit. Es valiente (para el Hollywood actual) el paralelismo que muestra entre el jefe de la célula terrorista y el jefe de la unidad del FBI destinado en el Reino, su ira y sed de venganza está igual de justificada por agresiones externas no buscadas. Desde los títulos de crédito iniciales, donde se nos muestra un resumen de la historia del Reino y su relación con el terrorismo, la película nos deja clara su propio camino, claro, crítico y de gran espectáculo.
Pero es sobre todo una historia de acción que estalla en su tramo final, recordando a un cruce de Black Hawk Derribado y un capítulo acelerado de The Unit. Es valiente (para el Hollywood actual) el paralelismo que muestra entre el jefe de la célula terrorista y el jefe de la unidad del FBI destinado en el Reino, su ira y sed de venganza está igual de justificada por agresiones externas no buscadas. Desde los títulos de crédito iniciales, donde se nos muestra un resumen de la historia del Reino y su relación con el terrorismo, la película nos deja clara su propio camino, claro, crítico y de gran espectáculo.
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