

Sátira post-feminista
Es curioso y acaso, sorprendente,encontrar a este dramaturgo y director de películas satíricas sobre las relaciones hombre-mujer, dirigiendo esta cinta de género con el siempre inexpresivo y sobreactuado Nicolas Cage. Pero cuando la estás viendo y ya sabes de que trata, es menos sorprendente, y le ves la coherencia a la trayectoria del director de In company of men, un autor que ha abordado sin tapujos el machismo, el feminismo, los engaños, los malentendidos y los vacíos de las relaciones sentimentales.
En este caso, dentro de un tono irónico, un Cage que no se cree el papel ni la película, que parece recién salido de Motorista Fantasma ó de Face to face, hace de un tipo al que dejó tirado una mala mujer, y que pasados los años, ésta le reclama ayuda para que busque a su hija desaparecida. Ahí empieza lo cómico, la visita a una isla-mujeres, como diría el bueno de Javier Ruibal, mezcla del mundo feminista de Zardoz, la casa de la pradera, y a ratos, Xena, nuestra querida guerrera lesbiana. Los hombres no son bienvenidos, hay oscuros rituales de Wicka o hechicería celta, y nuestro pobre hombre tiene que vérserlas y deseárselas para encontrar a la presunta niña desaparecida por ese gineceo maldito o dictadura de mujeres castradoras. Como el personaje masculino no se nos presenta como desagradable ni machista, es fácil identificarse con él si eres hombre y acabar odiando a las mujeres, o a cierto tipo de mujeres, que van puteándolo durante todo el metraje. Esta película parece una crítica mordaz al feminismo agresivo militante que durante décadas, ha intentado disminuir el valor masculino dentro de la sociedad norteamericana. Pero sus puntos de puro género de terror chusco y sus ironías la convierten en un entretenimiento que el bueno de John Carpenter podría haber filmado. En los títulos de crédito aparece una tal Carmen Carpenter, no sé si pariente intrigante del anterior director citado.
Es curioso y acaso, sorprendente,encontrar a este dramaturgo y director de películas satíricas sobre las relaciones hombre-mujer, dirigiendo esta cinta de género con el siempre inexpresivo y sobreactuado Nicolas Cage. Pero cuando la estás viendo y ya sabes de que trata, es menos sorprendente, y le ves la coherencia a la trayectoria del director de In company of men, un autor que ha abordado sin tapujos el machismo, el feminismo, los engaños, los malentendidos y los vacíos de las relaciones sentimentales.
En este caso, dentro de un tono irónico, un Cage que no se cree el papel ni la película, que parece recién salido de Motorista Fantasma ó de Face to face, hace de un tipo al que dejó tirado una mala mujer, y que pasados los años, ésta le reclama ayuda para que busque a su hija desaparecida. Ahí empieza lo cómico, la visita a una isla-mujeres, como diría el bueno de Javier Ruibal, mezcla del mundo feminista de Zardoz, la casa de la pradera, y a ratos, Xena, nuestra querida guerrera lesbiana. Los hombres no son bienvenidos, hay oscuros rituales de Wicka o hechicería celta, y nuestro pobre hombre tiene que vérserlas y deseárselas para encontrar a la presunta niña desaparecida por ese gineceo maldito o dictadura de mujeres castradoras. Como el personaje masculino no se nos presenta como desagradable ni machista, es fácil identificarse con él si eres hombre y acabar odiando a las mujeres, o a cierto tipo de mujeres, que van puteándolo durante todo el metraje. Esta película parece una crítica mordaz al feminismo agresivo militante que durante décadas, ha intentado disminuir el valor masculino dentro de la sociedad norteamericana. Pero sus puntos de puro género de terror chusco y sus ironías la convierten en un entretenimiento que el bueno de John Carpenter podría haber filmado. En los títulos de crédito aparece una tal Carmen Carpenter, no sé si pariente intrigante del anterior director citado.
Comentarios