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DVD : MARY, de Abel Ferrara. 2005


El evangelio de María Magdalena

Si en la crítica anterior hablábamos sobre el rencor masculino hacia la mala mujer, la que ha hecho daño, en esta que nos toca ahora, hablaríamos de la buena mujer, la mujer que la Iglesia Católica nos ha presentado como una puta seguidora de Jesús, y que según otros evangelios gnósticos, no oficiales, fue una discípula más, ninguneada por Pedro por ser mujer.

Abel Ferrara, nos expone en esta cinta su propia tesis teológica, ayudándose de expertos reales en religión, y utilizando a sus actores fetiche de siempre, Mathew Modine, alter-ego de Ferrara desde Black-out, película muy cercana a ésta y Forrest Whitaker, verdadero protagonista aquí, que se va transformando interiormente, evangelizado por la presencia de Marie, el personaje interpretado por la siempre inconmesurable Juliette Binoche, que hace de una actriz poseída por su papel de María Magdalena, que encuentra su propio camino espiritual y religioso.

Película breve, concreta, que no se pierde en lisergias como otras del ramo de este director, y cuyos diálogos piden atención y reflexión sobre el despertar de la espiritualidad trascendente dentro del hombre, la aceptación de la fe en algo superior, como alivio y consuelo ante las adversidades de la vida, pero también como búsqueda del conocimiento (gnosis). La superación del egoísmo y vacío individualista para ayudar a los demás y darle así un sentido a la vida.

El tema católico siempre ha estado presente en la obra de Ferrara, más como trauma en la forma que como fondo, pero sus valores, aunque vistos desde una visión opuesta o desde la culpa de personajes perdidos, como Harvey Keitel en Teniente Corrupto, han representado un cine cristiano heterodoxo que debería llamar la atención de muchos seminarios. Mientras Mel Gibson sigue la estela del cine religioso normativo y oficial que cuenta fielmente lo que está escrito en los 4 evangelios normativos del Nuevo Testamento, otros cineastas han mostrado su propia búsqueda de Yeshua o Jesús de Nazaret, su Jesús personal, algo muy americano por cierto. Como dice Harold Bloom en su libro “Jesús y Yavhé, dos nombres divinos”, la búsqueda infructuosa del Yeshua histórico es un callejón sin salida que sólo conduce al encuentro de uno mismo. En la búsqueda de Jesús está el reflejo de nuestro propio Yo, y a él lo vemos desde ese prisma personal, por lo que si creemos en él, podemos hacerlo de los nuestros según nuestras ideas políticas y sociales. Un revolucionario, un mesías, un comunista, un feminista, un activista gay, un simple reicillo judío de la época; una mujer, si le damos el protagonismo a María Magdalena, o una diosa, si seguimos lo que cuenta El código Da Vinci. Como cuenta un personaje de esta película, dios es una luz dentro de nosotros y no necesita intermediarios ni iglesia. El cine es un medio de expresión más donde exponer distintas visiones de la experiencia religiosa cristiana. Según se dice, muchos cristianos de cultura católica y también protestante, están volviendo a las raíces judáicas y también gnósticas del cristianismo, ya que el centralismo del Vaticano y la devaluada autoridad del papa, al igual que los dogmas absurdos y paganos de la conversión en diosa de la vírgen María o de eso tan del culto romano llamado la Santísima Trinidad, que ni los mismos obispos comprenden, no les convence de ningún modo. Es la vuelta al monoteísmo real, dándole al Yavhé original su importancia y no minimizándolo a la estatura del dios-padre cristiano, que lo convirtió en un trasunto de mini-dios, manejable para el verdadero Dios Católico, el Cristo, que no es el posible Jesús histórico. Al hacer más humano a Jesús, quitándole esa vestidura divina que creó el catolicismo, al convertirlo en ese rabino o maestro judío, sobre el que en esta película dicen que por qué los judíos iban a tener interés en matar si podía ser uno de sus reyes contra la invasión romana, se vuelve al principio de la historia, no para escribir siempre lo mismo, sino para encontrar en el origen de nuestra tradición religiosa occidental algo que sirva para el hombre de hoy. Puedes seguir la gnosis, como hizo Scorsese, y decir que el Yeshua histórico no murió, si no que huyó de los romanos y de los judíos y se casó con María Magdalena, tuvo hijos etc.. o se refugió en Cachemira, que era territorio de cultura greco-latina, porque allí llegó Alejandro Magno. Puedes seguir la Gran Religión Americana del Jesús Personal Mormón-Evangélico creado en el siglo XIX, que es un Jesús presente hasta en la bolsa de Nueva York, o puedes buscar en la espiritualidad sufí y cabalística ese camino del héroe interior. O en el Bushido, como el gran Forrest Whitaker en Ghost Dog. O no buscar nada y ser felíz. Marie se aparece a Mathew Modine y le dice que se va a retirar en el silencio. Quizá sea eso tan sólo.

Comentarios

Ultimate ha dicho que…
Mola. Habrá que verla.
Ultimate ha dicho que…
¡ ya la ví! me ha gustado mucho. El gran Forest Whitaker, a quien también estoy siguiendo ahora en la 5ª temporada de The Shield, de 2006. Mary es un Código DaVinci pero al revés, en el argumento y en el resultado, incluso en los medios empleados. A veces menos es más.

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