Las películas de superhéroes me suelen aburrir porque son excesivas en su duración y no son entretenidas, generalmente. Pero parecen que están aprendiendo, porque la última de los Vengadores, la de Wonderwoman y la de Aquaman, se dejan ver sin saturar al espectador. Por cierto, qué maravilla cómo mueven el cabello de los actores que presuntamente están debajo del agua. Es en lo que más me he fijado en Aquaman. Y en la música ochentera reinterpretada.

Aquaman está bien porque es un peplum moderno, con un Steve Reeves y una Deborah Kerr de ahora mismo.

Aquaman está bien porque es un peplum moderno, con un Steve Reeves y una Deborah Kerr de ahora mismo.
Comentarios