Esta nueva obra de Jaime Rosales podría llamarse "Crónica de un hijodeputa", y retrata de forma virtuosa, en mi opinión, las múltiples maneras en las que una personalidad tóxica es tolerada por la gente de su alrededor, que es manejada a su antojo. Con distanciamiento formal, aunque con la calidez y humanidad que le dan los actores, sobretodo esa pareja químicamente pura recién descubierta para la pantalla, compuesta por Bárbara Lennie y Álex Brendemühl, este film ahonda, como hizo al principio de su filmografía, en otra clase de psicopatía, también asesina a su manera, porque destruye las vidas de muchas personas. Parecen sobrevivir a su lado, personalidades que siendo también víctimas, se acaban convirtiendo en cómplices, como es el caso del personaje de Marisa Paredes, vulnerable y destruida, pero al mismo tiempo, sabia y fría como un témpano.
Esta película me ha evocado a Carlos Saura, y a aquella serie de la crónica negra española : La huella del crímen", aunque te plantea interrogantes humanos que una cinta de género no suele analizar en profundidad.
Esta película me ha evocado a Carlos Saura, y a aquella serie de la crónica negra española : La huella del crímen", aunque te plantea interrogantes humanos que una cinta de género no suele analizar en profundidad.
Comentarios