Quizá fuese porque la visioné en versión original y me enteré de poco, pero Filfth (La escoria, la pasma, la bazofia), me resultó eso mismo, la historia de un tío asqueroso y desagradable. Pretendía ser el Teniente Corrupto escocés pasado de vueltas, mezclado con el surrealismo de un Trainspotting al que no le llega ni a la suela de los zapatos, y eso que es una adaptación del mismo autor, Irvin Welsh. Hay muchos tíos que farfullan algo que se parece al idioma inglés y un actor, eso sí, que lo hace tan bien que llega a darte asco y pena a la vez.

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