
La recomiendo a todos aquellas personas familiarizadas con el cristianismo y sus rituales, pues reconocerá en el judaísmo ultraortodoxo, costumbres, cantos y elementos ya desaparecidos, y sus similitudes con las comunidades amish y mormonas norteamericanas. El Islam vino a purificar y extremar actitudes que ya no tenían ni el judaísmo ni el cristianismo antiguo, que no comían animales impuros, pero que sí le daban al alcohol y al baile. El Islam sería como la versión puritana y seria del judaísmo, más flexible éste último en cuanto a la naturaleza humana y sus defectos. En el siglo XVIII, un mesías-rabino muy conocido, se convirtió al Islam en Turquía o Persia, pues pensaba que esa era la evolución adecuada del judaísmo. Este argumento haría saltar en pedazos hoy en día el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén. De todas formas, habría que redescubrir el cristianismo como aquella secta judáica para gentiles. Son opiniones muy personales.
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