Holy Motors va más allá de un homenaje referencial al cine y a sus géneros, se adentra en algo más básico, más de Mortadelo y Filemón, de Jacques Tati, disfrazarse, interpretar, ser otro, hacer más grande la vida. Los franceses son los inventores del cine, y se nota. También es sagrado el motor de la moviola..
Holy Motors no está muy lejos de las películas de Charlie Kauffman, Michel Gondry y Jeunet et Càro. Brillante, original y extrañamente coherente..
Crea su propio universo, como las mejores películas de la historia, Brazil, Blade Runner, Star Wars, 8 1/2, las de Akii Kaurismakii, etc.. Crea una cosmogonía con sus propios mecanismos que extrañamente funcionan.
Es una misa. La celebración de algo sagrado. Amén
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