Sentimientos y emociones encontradas alrededor de esta cinta inclasificable, quizá la más personal para los hermanos Wachowski, y no tanto para su codirector Tom Tykwer (Corre Lola Corre, La princesa y el guerrero). Sinceramente, encontrarme un trabajo realizado por el que fue mi director favorito, el alemán, que en sus primeros tiempos realizó películas poéticas muy al estilo de nuestro Julio Médem, en compañía de esa pareja de hermanos que sólo por crear Matrix merecen un lugar en la historia del cine, en una cinta que contiene muchas películas a la vez, cada una de un estilo diferente, con un tono incomparable, y en las que al principio, entre la confusión y el desaliento, el espectador intenta disfrutar con el juego de adivinar Quién es quién, debajo de esas horribles máscaras de látex y maquillaje, todo esto hace que no pueda ser especialmente duro con sus autores. La pretensión es ambiciosa, y tiende casi a la abstracción. No todas las historias ni todos los personajes tienen la misma importancia, y su necesidad en el armazón de la obra es discutible. A veces, los actores interpretan a personajes principales, y otras, a meros extras. Pero la virtud, es el estilo transgénero, y me explico. Sin la operación de cambio de sexo de uno de los hermanos Wachowski, algunos de los detalles no tendrían tanta relevancia, creo. Ya estaban presentes en el cine anterior, como una mutación, y creo que le da un toque nuevo y visionario, más libre. Hombres que hacen de mujeres y mujeres de hombres, razas que se intercambian a través del tiempo y el espacio, como apología del karma y la reencarnación. Autohomenajes, no sé si buscados, a Mátrix, a Neo, en un mundo más manga. (Les pido a los Wachowski que por favor, lleven al cine de imagen real Akira). El toque romántico está en la historia homosexual del joven compositor. Después, el género detectivesco setentero, de película de aventuras de piratas, de comedia ligera británica, y claro, para mí el mejor, el más conseguido, las dos historias de ciencia ficción, donde Tom Hanks se luce como neobárbaro y la actríz coreana impagable, Doona Bae, que emociona como líder social y espiritual en esa distopía-matadero ultracapitalista del futuro. Se adivina pronto que no será esta, aquella película que cambie el género como lo hizo Matrix, y que será muy vapuleada y creo que poco comprendida por el espectador medio. No es redonda, y quizá fallida, pero pienso que es una oportunidad válida de ver por donde pueden ir las cosas. Es una apuesta arriesgada, y valiente, sobretodo de los Wachowski, que han creado una nueva Neo, oriental y cyberbudista, que debería dar que hablar..
DOONA BAE
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