Sin escatimarle el mérito de esta serie al reflejar la evolución de un perdedor, un mediocre de clase media, en su trayectoria hacia la conversión en un capo de la droga, tema que trató con solvencia The Wire, aunque ésta, a diferencia con la anterior, abundó en el retrato sociológico y antropológico de las redes del narco y todo lo que le rodea en una determinada ciudad norteamericana, debo reconocer que dejé de ver Breaking Bad a mediados de la primera temporada, porque tuve la sensación de que se frivolizaba con un tema muy grave. Veo una tendencia en el cine y la tele americana, de hacer superficial, de regodearse muy gratuítamente en el asesinato, la violencia y la saña, sin que se vean muy bien las consecuencias producidas por estos actos, en los personajes. Sé que más adelante en esta serie, se entiende mejor la degradación moral del protagonista en su inmersión en el mundo del narcotráfico, y que quizá me he retirado demasiado pronto, porque me han dicho que en la segunda temporada mejora. No quisiera caer en un fácil moralismo, pero elevo la siguiente pregunta:
"¿Somos realmente conscientes en Europa y en Estados Unidos del efecto que crea nuestro consumo de drogas, en los países productores o distribuidores de este producto letal? ¿Hemos pensado alguna vez en nuestra contribución a la violencia sanguinaria del Narco en México, Colombia y Centroamérica, ejercida en la lucha por el control del suministro por los diversos cárteles?"
Soporto la violencia y la sangre en el género del horror, del gótico, porque están sacadas de madre, pasadas de rosca. Son exageradas y grotescas, y buscan un susto rápido. Pero cuando se refleja el mal real y absoluto producido por las guerras y el narcotráfico, o el comercio de mujeres, o la esclavitud infantil, el abuso de menores, el asesinato de niños, hay que tratar el tema con cuidado, hay más responsabilidad, que supera la necesidad del autor por entretener al espectador. Se necesita aportar soluciones, tratando de educar, no de sermonear ni de dirigir, pero sí de advertir y aconsejar.
**Bueno, y además de esta razón, llamémosla ética, está la práctica: - Hay demasiadas series buenas hoy en día y tan escaso el tiempo realmente libre, que uno tiene que elegir según sus gustos y pareceres.
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.
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