Madrid D.F., Nueva York, las grandes metrópolis caóticas, cada una con sus códigos y su propia degradación similar en un mundo donde la medida de todo es el dinero.
La vida humana no vale nada, se premia a los malos, y las buenas personas que tienen aún un código de conducta, ven con estupor como éste tampoco vale nada. Pero siguen realizando su trabajo porque es lo único que pueden hacer.
Historias de extraña redención, algunos caen, otros sobreviven. Vayamos por partes :
NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS.
Santos Trinidad, ese Harry el sucio, ese Charles Bronson castizo, un Torrente serio, antiguo héroe y hoy en día un ser autodestructivo y sin moral, que arrebata vidas sin aparente remordimientos. Polígonos industriales, centros comerciales, la m-30, la m-40, la 50, funcionarios, polis corruptos, juezas que tienen que conciliar, agentes honrados, revueltas en las calles, narcos, moros y trapicheos. Los bajos fondos y un asunto extremadamente grande, lioso, peligroso. La burocracia europea, el CNI, los terroristas, la pequeña historia dentro de la gran historia, el héroe por accidente, en un contexto áspero y hóstil. Cine negro.
LOS AMOS DE BROOKLYN
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Brooklyn´s finest. Lo mejorcito de Brooklyn. Los barrios de viviendas sociales llenos de camellos, la poli malpagada y desmotivada, dinero fácil, la vida cara, los políticos a su rollo, el individualismo asesino, la explotación del de abajo y la vida cómoda y fácil del de arriba. Las pequeñas tragedias personales, vidas de ratas que se matan entre sí por tener unas migajas, la falta de afecto y amor, el gatillo fácil, la pérdida de autoridad de la Autoridad.
Gran fresco de un distrito, con cierta ambición a lo Scorsese de reflejar de manera coral, una época, un momento, una tragedia colectiva, nihilista, de falta de valores y de sentido.
Los americanos saben como nadie sacar partido a sus rascacielos y a sus otros barrios más desconocidos, en la de Urbizu también se hace otro tanto con Madrid, aunque se centra más en los personajes que en la ciudad.
Los americanos suelen saber crear una sinfonía moral (que no moralista en este caso, ya que no hay un bando definido de buenos y malos), no sólo en el cine, sino en sus obras literarias mayores. Gere, Hawke, Snipes, Ellen Barkin, etc..se dejan la piel en personajes nada agradecidos, ni heróicos, pero sí muy humanos.
Las pelis de Urbizu suelen ser muy buenas, y siendo de un género muy yanqui, no pierden esencia de españolidad. Pero creo que los americanos aún saben hacer pelis de polis duras, ásperas y descorazonadoras, como el final de foto-fija de gere caminando hacia la cámara, como un delon, un belmondo ochentero acabado, que ha cumplido su deber con creces, pero que está solo
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