
Destino Final comenzó como una saga de terror gore adolescente, al estilo de chavales masacrados por un psicópata, con la originalidad de que el asesino retorcido y metafísico era la propia Muerte, que se buscaba las maneras más extravagantes y absurdas de vengarse de los protagonistas cuando éstos la engañaban. Desde el principio de la década, he asistido como un fan a cada una de las secuelas, que he visto por la tele, en el videoclub, por la red, etc..Unas mejores que otras, han destacado por una visión costumbrista de tipos juveniles americanos, en el mejor de los casos, o por una sucesión de muertes truculentas sin más, en el peor.
Recuerdo qued en la cuarta entrega, la primera en 3d, la muerte empezaba cargándose a los más estúpidos y finalmente mataba a los más inteligentes y sensatos, como en esta quinta parte. En ésta, la metáfora es el mundo laboral, el paro, la crisis económica, y la Muerte parece más una cara de la inestabilidad y precariedad que amenaza a gente jóven que quiere sobrevivir en el sistema. Es curioso que uno de los últimos en morir, sea un joven negro siempre en pelea con un veterano sindicalista que se la tiene jurada. Y dos amigos, que a la vez, son competidores dentro de la misma empresa, más un jefe idiota que siempre tiene que demostrarlo con su autoritarismo. Y el compañero pelota e insolidario que quiere ligarse a las colegas de trabajo. Obviamente tiene una muerte mucho más absurda que el resto. Por eso, por el humor negro y la mala leche, bastante cómica, y el final cruel y dramático de la pareja que mejor caía y que menos merecía morir, creo que sin ser una maravilla, esta parte sea de las mejores, e intente volver al espíritu de la primera película de la saga.
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