LA CIENCIA DEL SUEÑO

LA CIENCIA DEL SUEÑO
Creo que quizás gran parte de disfrutar ORIGEN depende de aceptar ciegamente las reglas del juego que proponen los guerreros del sueño que la protagonizan, al igual que ocurre en las películas de viajes temporales o en las de vampiros, por ejemplo, donde cada film describe una premisa con mitología propia, ligera o radicalmente distinta de las de otras pelis de género semejante. Pero en el mundo real no hay viajes en el tiempo ni vampiros, sin embargo todos soñamos. Por ello el salto de fe que requieren cintas como ORIGEN, PESADILLA EN ELM STREET, DREAMSCAPE y ABRE LOS OJOS es superior al del resto de films de ciencia ficción o terror, ya que suelen imponer normas estrictas y rígidas de lógica en un mundo onírico gobernado por el subconsciente emocional que todos conocemos, del que los personajes entran y salen conservando normalmente gran parte de sus recuerdos y lucidez, cosa poco creíble generalmente pese a los esfuerzos imaginativos de guionistas y escritores por justificarlo.
Por todo ello, ORIGEN invierte una cantidad considerable y efectiva de su metraje en explicarnos e interesarnos en el particular universo que nos propone, y pese a lo conseguido y sugestivo de su resultado no pude evitar distanciarme hasta cierto punto, sin lograr empatizar del todo con sus protagonistas (especialmente con el principal, interpretado por Dicaprio) ni con las ambientaciones estéticas que ofrece, impecables pero poco ambiciosas en mi opinión.
La elección de entornos urbanos o naturales estilizados como los diferentes niveles de un videojuego se me antojan adecuados para un film de acción futurista como MATRIX o NIVEL 13, pero me resultan forzados (como sus escenas de tiroteo y persecución) para una propuesta que termina pareciendo una recreación de las pelis de 007 de Roger Moore.
ORIGEN resultó finalmente para mí un entretenimiento estupendo para dos horas y media, pero no me implicó. Más cercano por tanto a MEMENTO o INSOMNIO, otros hábiles juegos narrativos, pero sin la carga emocional de EL TRUCO FINAL o EL CABALLERO OSCURO.
Creo que fue el dramaturgo David Mamet el que dijo algo así como que un buen guión debe empezar por la mitad, una buena peli debe comenzar ya empezada, meternos de lleno en harina, ya que la gran mayoría de los comienzos introductorios del cine americano convencional son prescindibles. El film de Nolan, pese a su dilatado -pero imprescindible- metraje y profusión habitual de detalles barrocos, cumple esta condición, pero sin resultar en absoluto tan inaccesible como se ha querido dar a entender en algunos medios o por algún público quizás demasiado poco dado a giros argumentales tan viejos como el propio cine. Hasta MATRIX en su estreno tuvo un sector importante de público que afirmó no terminar de entenderla, mientras que PRIMER es en mi opinión una historia mucho más intrincada que este ORIGEN, que dispone de una estructura mucho más lineal de lo habitual en la trayectoria de Nolan, ya que bastante compleja resulta su propuesta fantástica con distintos niveles de sueño para complicarnos demasiado con una narración "desordenada", que paradójicamente quizás se corresponda más con la arquitectura real del sueño. Por ello en parte parece que ORIGEN se salta parcialmente alguna de sus propias reglas, tal como hace su protagonista en la historia, delimitando cada vez menos la frontera entre realidad y sueño, como ya apuntaba en su día la original PESADILLA EN ELM STREET con diferentes recursos.