Descubierto en las estanterías más infectas de videoclubs de barrio, en la 2 de madrugada en los 90, Michael Almereyda, francotirador del cine independiente americano, revisitador de clásicos y géneros, coquetea con el videoarte y lo integra en sus tramas. Triunvirato glorioso : Hal Hartley, Abel Ferrara y él.
-No iba a escribir sobre él, olvidado como estaba en mi consciente, aunque palpitante en mi subconsciencia, pero al buscar la secuencia de Simple Men, de Hartley, encontré el rostro intrigante y bello de Elina Lowensohn, que descubrí participando en Nadja (1994) película vampírica de Almereyda, y ésta me llevó a la doblemente vista "Trance"(The Mummy), que me recordaba a aquellas películas de serie z de terror de los 70, tan hipnóticas.
-De esta cinta pasé a su Hamlet (2000) con Ethan Hawke, película que me encantó sin apasionarme, al igual que me gustó en su tiempo el Hamlet de "Mad Max". Las escenas de videoarte, las más teatrales, las que guardan mejor el espíritu de la obra shakesperiana, me siguen hipnotizando.
-Ethan Hawke, desde "Exploradores"(1985) hasta Antes del atardecer (2004),siempre ha sido uno de mis actores favoritos, porque me he sentido identificado con sus papeles, ha conseguido ser un trasunto, un doppelganger, el doble que deseamos ser en nuestros sueños y fantasías.
-Declaración de principios: Además de Ethan Hawke, me gustaría ser como Michael Almereyda y realizar el mismo tipo de películas que él hace, darle la vuelta a los géneros, mezclarlo con el videoarte, darle muchísima importancia a la banda sonora musical y al montaje, y que haya un romanticismo insano en los finales.
Queda dicho.
Y si puedo, contrataría en esa película que tengo en mente y en sueños, a Lisa Gerrard, como ya hizo Agustí Villaronga (Otro grande del cine español) en El niño de la luna (1989).
-No iba a escribir sobre él, olvidado como estaba en mi consciente, aunque palpitante en mi subconsciencia, pero al buscar la secuencia de Simple Men, de Hartley, encontré el rostro intrigante y bello de Elina Lowensohn, que descubrí participando en Nadja (1994) película vampírica de Almereyda, y ésta me llevó a la doblemente vista "Trance"(The Mummy), que me recordaba a aquellas películas de serie z de terror de los 70, tan hipnóticas.
-De esta cinta pasé a su Hamlet (2000) con Ethan Hawke, película que me encantó sin apasionarme, al igual que me gustó en su tiempo el Hamlet de "Mad Max". Las escenas de videoarte, las más teatrales, las que guardan mejor el espíritu de la obra shakesperiana, me siguen hipnotizando.
-Ethan Hawke, desde "Exploradores"(1985) hasta Antes del atardecer (2004),siempre ha sido uno de mis actores favoritos, porque me he sentido identificado con sus papeles, ha conseguido ser un trasunto, un doppelganger, el doble que deseamos ser en nuestros sueños y fantasías.
-Declaración de principios: Además de Ethan Hawke, me gustaría ser como Michael Almereyda y realizar el mismo tipo de películas que él hace, darle la vuelta a los géneros, mezclarlo con el videoarte, darle muchísima importancia a la banda sonora musical y al montaje, y que haya un romanticismo insano en los finales.
Queda dicho.
Y si puedo, contrataría en esa película que tengo en mente y en sueños, a Lisa Gerrard, como ya hizo Agustí Villaronga (Otro grande del cine español) en El niño de la luna (1989).
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