
Pese a lo disfrutable del film, que seguí con una sonrisa y alguna risotada durante todo el metraje (los más frikis esperad hasta el final de los créditos para un último guiño a los futuros Vengadores), señalaría la repetición de temática en cuanto a villanos (más tipos con armaduras a los que añadir robots acorazados) y la ausencia de actos heroicos reales, desinteresados y sacrificados por parte de Tony Stark, lo que potencia su carácter egomaníaco, excéntrico y justificadamente desquiciado (En la historia padece graves problemas de salud y se insinúa de forma evidente su alcoholismo). Casi como un villano de tebeo.
En una entrevista a fotogramas, el director de la cinta (que interpreta a Happy Hogan) recuerda cuando vio en el cine de niño una de las pocas pelis españolas de superhéroes (rodada en inglés) que existen, SUPERSONIC MAN. Le achaco muy subjetivamente a esta circunstancia (que compartimos) parte del peculiar sentido del pitorreo algo infantil de la franquicia.
Comentarios
Para mí, lo único salvable fue Mickey Rourke, que sabe aceptar el paso del tiempo como actor y no tiene pudor en meterse en papeles poco favorecidos pese a haber sido un galán en sus tiempos mozos.
Un saludo!!