

Castle es de esas series que uno empieza a ver sin ganas ni mucho interés, y al final le enganchan, como Monk ó Bones. Cuatro ha contribuido a que me abone a esta serie, ya que echó ayer 3 episodios seguidos, incluido el primero de la segunda temporada, y su humor familiar algo atípico, en el que aparece como asesor y personaje el productor de de los 80 Stephen J. Cannell, lo que es cómico de por sí. Claro que Castle no está lejos de aquellas series familiares de intriga como "Se ha escrito un crímen", etc.. También contribuye a mi interés la actríz canadiense Stana Katic, que tiene una guapura rara y una emoción contenida en esos ojos balcánicos. Me pasa casi lo mismo con la rubia agente del FBI de The Fringe, actrices magnéticas para series herederas de Expediente X, Luz de Luna y demás anticipos antiguos. La tele se recicla y los que tenemos un pasado de frikis adolescentes enganchaos al mando, reconocemos los códigos de siempre..y eso nos encanta..
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