
Quitando la preciosidad de niña que llena la pantalla con sus ojos brillantes, encantadora, vital e inocente, que se enamorisca tontamente como hacíamos todos a su edad, esta película es de terror absoluto. Horror que da, y mucho, el fanatismo, el autoritarismo sectario, la exaltación de una religión de muerte y no de vida, tan contraria al mensaje que en teoría predica. Grande y temible en su papel está Carme Elías, felízmente recuperada, y tierno y pesaroso, el actor que hacía del Superintendente Vicente en Mortadelo y Filemón, otro nombre a tener en cuenta. Quizá esta cinta se alargue innecesariamente y peque de efectista y excesiva, pero sin duda nos encontramos con la mejor película de Javier Fesser. Merecería mejor suerte en taquilla, porque emociona, esta muy bien realizada e interpretada, pero temo que pocas películas del cine español interesan hoy en día a los españoles. A veces, me da pena ver cintas valiosas que parecen hechas sólo para pasarse por televisión. Creo que nos encontramos en un buen momento creativo, incluso de maduración de muchos directores que comenzaron en los noventa, y que ahora tienen mucho que decir. Pero me temo, que el cine español se está quedando sin espectadores..
Comentarios