
En JUMPER, la influencia de los cómics (sobretodo de la Marvel) es definitiva.
Mencionan sin rubor el espíritu de los Marvel Team-Up (formar equipos temporales de superhéroes), el Jumper protagonista y Griffin me recuerdan a Peter Parker (Spiderman) y su clon Ben Reilly (Araña Escarlata), su pelea teleportándose velozmente a través del mundo es como las que tiene Flash contra su reverso malvado, Zoom (ese guion de David S. Goyer - Mencionado en la reseña anterior-) y la mejor escena comiquera es sin duda la del prota viendo la tele sin interés mientras muestra escenas de una catástrofe en la que sus poderes serían una ayuda vital. Es un Peter Parker sin el sentido de la responsabilidad que le debe a su poder.
Salvando este frikismo, la peli tiene varias virtudes: entretiene, es corta, está bien hecha y ya está. Los personajes apenas son esbozados, da igual.
Las Vacaciones en Roma con la chica de la peli son una versión acelerada adolescente de videojuego de la comedia romántica clásica, emocionalmente descafeinada.
Yo me quedo con los Paladines, fanáticos religiosos cazamutantes con tecnología felizmente disparatada. Para mí son los héroes del momento.
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