
Entronco esta película con Caos Calmo como coproducciones franco-italianas desde los años 60 en adelante, con actores internacionales e historias que combinan el sabor popular con otro más reflexivo. Películas en blanco y negro con rostros e interpretaciones con mucha fuerza, puro cine. En los años 60 comenzaba en Europa la vida moderna transformada en lo que ahora conocemos como el postcapitalismo. Se transformaban las relaciones sociales, la mujer se liberaba, las costumbres se relajaban, y había un miedo al horror vacui de la guerra fría y a la soledad de las grandes ciudades deshumanizadas, pobladas de coches en atascos interminables y trabajos de hombres-masa estresados. Urbanizaciones burguesas en el extrarradio de las capitales europeas, personas-fantasma que ocupaban-ocupan viviendas-colmena, incomunicación y pequeños desastres personales. Frialdad en los arrabales.
Pero los italianos saben contar esto combinando su calidez y desparpajo mediterráneo con una melancolía más escandinava, más Bergman. “Persona” es casi de la misma época, unos pocos años después, y el ambiente psicológico y tecno-congelado es parecido. A partir de los años 50, Occidente creaba a ciudadanos-robotizados que sólo servían para producir y consumir. En eso todavía estamos.
*Mónica Vitti y Alain Delon, sublimes y muy reales, dentro del estilo de la época.
Como Nani Moretti en Caos Calmo, su interpretación será recordada.
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