Aunque me ha encantado "Un amor", para mí la mejor película que ha hecho la Coixet, con menos tonterías de su cosecha, y las pocas que hay, se las perdono, me cansa un poco el tópico de los habitantes inquietantes y mezquinos del mundo rural, y sobretodo, ese reflejo de las masculinidades poco fiables y manipuladoras. Pero como en esta película nadie es inocente, y todos hacen las cosas regular, incluidos los personajes femeninos, sobretodo el de una inconmensurable Laia Costa, por lo bien reflejada que está la naturaleza femenina profunda en su personaje, solo puedo hablar parabienes de esta cinta arriesgada e intensa, incluso con un Hugo Silva alejado de sus personajes de galán desaliñado. A ver, si hay modos y maneras que le paso por alto a un autor danés, alemán o de donde sea, se las tengo que perdonar a la Coixet y no pasarme con ella, pues bendita sea su madurez cinematográfica. Sin pecar de exagerado, añadiría que ya querrían una Juliette Binoche o Isabelle Huppert un papel como el de Laia Costa en esta película.
Blog de películas, en una época en la que ya nadie lee blogs y donde no se sabe si el cine se seguirá proyectando en salas o sólo en plataformas, tabletas y teléfonos móviles.
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