Nuria Gago y Ángela Cremonte, de ese tipo de actríces interesantes, bellas y narradoras. A las dos las sigo desde hace tiempo, a la primera desde antes de Primos, y a la segunda, desde Hispania, donde ya destacaba. Supongo que coinciden de alguna manera con el perfil de actríz artista con personalidad, como el de mi antaño adorada Leonor Watling, de la que me fui alejando porque su carrera musical no me interesaba tanto. También entiendo que el hándicap principal de las actríces es que están en el candelero mientras son jóvenes y deseables, y no son madres, y cuando maduran, se encargan de los hijos y ya no aparecen en las portadas, pierden el interés no solo del público sino también de los productores. Watling ha regresado, no con los papeles de antes, ahora está en la televisión. Sería interesante visionarlas como un triunvirato en una película de mujeres, en blanco y negro, algo retro, enfrentadas las dos más jóvenes con la Watling
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